Viajes Zahir

Cuija (Hemidactylus frenatus). Son lagartijas conocidas comúnmente como "besuconas", "cuijas" ó "geckos". Son de talla mediana, de entre 44 y 50 mm de longitud. Su cuerpo es generalmente delgado. La cola completa es ligeramente más larga que la cabeza y el cuerpo juntos. Los ojos notablemente grandes y están cubiertos por una membrana transparente, las pupilas son elípticas verticalmente con bordes aserrados. El dorso de color gris claro, café claro o café pardo con algunos puntos y manchas, y ocasionalmente pueden verse tintes rosados en las extremidades. Una banda oscura difusa puede extenderse desde el ojo, hombro y costados hacia las superficies laterales de la cola. El vientre es de color café claro o crema pálido inmaculado sin manchas. Son muy abundante en México. La mayoría de sus poblaciones mantienen un número alto de individuos. Fueron introducidas en México procedente de Asia tropical. Se ha adaptado ampliamente a vivir en casas y otras construcciones. Son de actividad predominantemente nocturna, con frecuencia pueden verse varios individuos congregados junto a los focos para alimentarse de los insectos que rodean la luz. Durante el día suelen refugiarse entre las vigas y huecos de las paredes y techos, o bien debajo de los troncos y raíces de los árboles. Es una especie ovípara, normalmente pone dos huevos por nido.
Son encontradas frecuentemente en los hoteles y casas de la costa. Son completamente inofensivas y muy útiles pues se alimentan de moscos y alacranes juveniles.

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El tsunami en el Sureste asiático fue devastador. Sin embargo, ahora que las tareas de limpieza se encuentran más avanzadas en esta región, criaturas marinas abisales que viven a demasiada profundidad como para ser estudiadas fueron encontradas dispersadas por todas partes, entre los restos. Estas criaturas fueron transportadas hasta la costa con el gran golpe de la ola gigante.

La teoría es que el tsunami creó bastantes corrientes verticales que barrieron a estas criaturas de vida profunda a la superficie rápidamente. Los gases en su sangre, unidos a las fuertes velocidades alcanzadas, les provocaron rápidamente la muerte.